Infografía - Cuatro formas de descubrir necesidades no satisfechas

En la siguiente infografía te mostraremos como descubrir las necesidades no satisfechas de sus clientes:

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Resumen: Mapas Estratégicos



EL MODELO BÁSICO DE LOS MAPAS DE ESTRATEGIAS

El mapa de estrategias brinda un marco de referencia visual de la estrategia de la compañía, es decir, de cómo se pretende crear valor. Un buen mapa de la estrategia vinculará entre sí los siguientes elementos:

1. La productividad deseada y los resultados del crecimiento.
2. La propuesta de valor al cliente.
3. Desempeños destacados en los procesos internos.
4. Los resultados que se esperan de los bienes intangibles.

Cada organización cuenta con una estrategia a través de la cual pretende crear valor en beneficio de sus clientes, accionistas o interesados. Así pues, existen muchas propuestas acerca de cuál es el mejor modo de describir y afinar la estrategia con el fin de aumentar la creación de valor. Entre estas está el llamado “Balanced Scorecard” (conocido como cuadro de mando o tablero de comando), según el cual la capacidad de una organización para crear valor en el futuro estará en función de los siguientes cuatro factores o perspectivas:

1. La perspectiva financiera: qué resultados financieros se requieren para que los accionistas consideren que la gestión es exitosa. Es preciso mantener un balance entre las inversiones destinadas a un crecimiento a largo plazo y los recortes de costos con miras a resultados inmediatos.

2. La perspectiva del cliente: qué tan específica y diferenciada es la propuesta de valor que la organización le está ofreciendo al cliente. En la práctica, existen cuatro tipos de propuestas de valor:
2.1. Costos más bajos.
2.2. Mejores productos o servicios.
2.3. Ofrecer soluciones completas al cliente.
2.4. Atrapar al cliente de modo que le sea difícil cambiar de proveedor

3. La perspectiva interna: los diversos procesos internos a través de los cuales los productos y servicios son preparados y enviados al cliente. Estos pueden ser agrupados en:
3.1. Administración de operaciones: producción y envío.
3.2. Relació con el cliente.
3.3. Innovación: productos/servicios de nueva generación.
3.4. Regulaciones y relaciones: acatar la ley.

4. La perspectiva del crecimiento y el aprendizaje: cómo mejorar los bienes intangibles de modo que generen mayor valor en el futuro. Los bienes intangibles pueden ser clasificados en:
4.1. Capital humano: la gente con la cual contamos.
4.2. Capital informativo: la información con la que contamos
4.3. Capital organizacional: los procedimientos con los que contamos.

Así pues, en vez de establecer simplemente los objetivos financieros, se establecen y supervisan los objetivos de estas cuatro perspectivas.

Los mapas de estrategia toman en cuenta dichas cuatro perspectivas, y aseguran que los objetivos establecidos en cada una de estas sean consistentes entre sí. Dicha consistencia garantizará que el desempeño de la compañía mantenga su curso en un nivel óptimo y, a su vez, evitará que el desempeño de un  departamento mine el éxito de otro departamento. Dado que los mapas de estrategia clarifican todas las relaciones de causa y efecto, la estrategia puede ser desarrollada y mejorada con el tiempo. Los mapas de estrategia son la interfaz entre la estrategia y el “Balanced Scorecard”. Así pues, tenemos el siguiente esquema:

1. Estrategia: misión, visión, valores.
2. Mapa de la estrategia de la organización.
3. “Balanced Scorecard”: objetivos y supervisión

El mapa de la estrategia conecta conceptualmente los objetivos de alto nivel de la organización (misión, visión y valores) con pasos que cada empleado debe dar. Además, los mapas de estrategia permitirán hacer un balance entre todas las formas de competencia en las que una organización se ve involucrada:

1. Invertir en bienes intangibles que generen un crecimiento a largo plazo de los ingresos o concentrarse en reducir costos activamente para mejorar los resultados a corto plazo.
2. Cómo diferenciarnos de la competencia, que normalmente supone la aplicación de uno de los cuatro métodos antes mencionados.
3. En qué proceso interno concentrarse y mejorar, y cuál subcontratar.
4. Cómo balancear la asignación de recursos entre los diferentes procesos internos, de modo que los diversos beneficios sean recibidos en momentos distintos.
5. Cómo sincronizar todo lo que haga la compañía, de modo que los esfuerzos de un departamento no tengan un impacto negativo en otro departamento.
6. Cómo tomar buenas decisiones gerenciales acerca de la inversión en bienes intangibles.

GERENCIANDO LA PERSPECTIVA INTERNA

Con el fin de crear valor, las compañías producen bienes y servicios que puedan ser vendidos. Antes se creía que la administración de estos procesos era la tarea más importante de la gerencia. Sin embargo, la excelencia operacional no es suficiente hoy en día para crear una ventaja competitiva. El mapa de la estrategia permitirá velar de que los procesos internos sean bien ejecutados, y estén en consonancia con los bienes intangibles y la propuesta de valor para el cliente. A continuación, los cuatro procesos internos a través de los cuales las organizaciones crean valor:

Procesos de operaciones gerenciales:
En el área de gerencia de operaciones, se debe:
1. Estrechar relaciones con los proveedores, con el fin de bajar los costos totales. Normalmente, esto supone una simplificación de los procesos de contabilidad y facturación.
2. Buscar nuevas maneras de crear productos y servicios lo más eficientemente posible, mediante el mejoramiento de procesos.
3. Tratar de disminuir los costos de distribución y envío como sea posible.
4. Procurarse una mejor idea de los riesgos que corre el negocio y tratar de minimizarlos o buscarles solución.

A través de la gerencia de operaciones, las organizaciones tratan de mejorar la propuesta de valor:     
        1. Precios competitivos.
2. Alto niveles de calidad.
3. Envío rápido de productos vendidos.
4. Una solución comprehensiva de los problemas del cliente.

Un mapa de la estrategia bien pensado e integrado, permite un enfoque estratégico de estor procesos fundamentales. En otras palabras, el mapa de la estrategia permite vincular los programas de procesos de mejoramiento con importantes resultados organizacionales. El mapa de la estrategia permite mejorar lo que necesite ser mejorado, no lo que sea más obvio.

El mapa de la estrategia es también muy útil cuando las compañías se enfrascan en programas de gerencia de calidad como: Total Quality Management (TQM), Six Sigma o Activity-based management.

Procesos de gerencia de clientes:
Muchas compañías presentan problemas en esta área. En términos de la gerencia de clientes, las compañías deben:
1. Segmentar el mercado en nichos a los que se les pueda ofrecer una propuesta de valor específica y personalizada. 
2. Tratar de conseguir nuevos clientes a través de una propuesta de valor atractiva.
3. Procurar mantener los clientes actuales. Esto supone, por lo general, programas de incentivos al cliente, entre otros.
4. Tratar de que los clientes actuales compren más productos y servicios en el futuro a través de ventas cruzadas y otros recursos.

A través de la gerencia de clientes, las organizaciones tratan de mejorar la propuesta de valor:
1. Obteniendo una imagen de marca más fuerte y vibrante.
2. Estableciendo una relación del tipo “ganar-ganar”.
3. Consiguiendo un incremento de la lealtad del cliente.

En resumen, la gerencia de clientes tiene que ver con crear una propuesta de valor que sea atractiva para el cliente.

Procesos de innovación:
Para crear o mantener una ventaja competitiva, las organizaciones deben crear e introducir nuevos productos, servicios y procesos, al mercado. Es necesario que las organizaciones:

1. Se anticipen a las necesidades del cliente, y desarrollen nuevos productos que satisfagan dichas necesidades.
2. Cuenten con una cartera de investigación y desarrollo, que incluya nuevas tecnologías, nuevos productos, productos de nueva generación, productos derivados y productos desarrollados con asociados.
3. Experimenten en áreas como: producción, planificación, manufactura y lapsos de tiempo.
4. Pongan en práctica nuevas estrategias de mercadotecnia y ventas, para vender los nuevos productos a la clientela.

A través de los procesos de innovación, las organizaciones tratan de mejorar la propuesta de valor:
1. Aumentando la funcionalidad o los productos de alto nivel.
2. Siendo el primero en vender y hacer nuevas ofertas.
3. Expandiendo los mercados existentes.

Procesos regulatorios:
Las compañías y organizaciones deben ganarse constantemente el derecho de operar en las comunidades y países en los que producen y venden. Para tal fin, deben cumplir con las leyes y normas establecidas, y contribuir con las comunidades. En particular, las organizaciones deben:

1. Hacer un buen uso de la energía, evitar contaminar el medio ambiente y minimizar el impacto que la producción pueda tener en el mismo.
2. Proveer puestos de trabajo que sean seguros para los empleados, y tomar medidas para reducir el tiempo de exposición de los empleados a cualquier riesgo.
3. Pagarle apropiadamente a los empleados y darles la oportunidad de adquirir nuevas habilidades y competencias.
4. Ser respetuosas con las necesidades de la comunidad, hacer contribuciones monetarias o permitir que los empleados hagan trabajo voluntario.

Los procesos regulatorios allanan, además, el camino a nuevos mercados. Las organizaciones con un buen historial, en este sentido, son siempre bienvenidas por la comunidad. Además, contribuir con el buen estado de la comunidad elevará la moral de los empleados.


CREACIÓN DE VALOR A PARTIR DE BIENES INTANGIBLES

Con el fin de crear valor agregado a partir de los tres tipos de bienes intangibles, deben suceder dos cosas:
1. Dichos bienes deben estar bien alineados con la estrategia que la organización está tratando de llevar a cabo.
2. Se debe adoptar un programa integrado con el fin de aumentar de un modo coordinado todos los bienes intangibles  de la organización.

La clave para gerenciar bienes intangibles está en saber medir si estos cumplen con los requisitos exigidos por la estrategia general de la compañía.

En términos prácticos, el mejor modo de manejar bienes intangibles efectivamente es desarrollar un reporte en el que:
1. Se determinen todos los bienes intangibles de la empresa.
2. Los bienes sean puestos en consonancia con la estrategia.
3. Se mida el grado de preparación de estos activos.

La preparación se puede ilustrar de la siguiente forma:




Donde:

- Liquidez es la facilidad con la que un bien tangible puede ser convertido en dinero.
- Preparación es el nivel de alineación de los activos intangibles con respecto a la estrategia. Mientras mayor sea el nivel de preparación, más rápido se convierte el activo intangible en tangible, y empezará a generar dinero.
- Las organizaciones no deberían asignar un valor monetario rio a los bienes intangibles sólo porque estos generarán resultados tangibles al aplicar la estrategia.

La preparación de los bienes intangibles es una condición necesaria para obtener el éxito; pero, por sí misma, no garantiza la consecución del mismo. El objetivo es propiciar que el nivel de preparación sea con el tiempo cada vez mayor. Pero, para tal fin, es preciso poder definir, medir y gerenciar la preparación de cada uno de los tipos de bienes por separado. En este sentido, existen diversos métodos para cada uno:

1. Capital humano:

1.1. Identificar las necesidades de la organización: es preciso determinar cuáles son las habilidades requeridas para que los procesos internos de la organización funcionen adecuadamente.
1.2. Construir un “perfil de habilidades”: los conocimientos y valores con los que debe contar una persona para desempeñarse exitosamente. Muchos departamentos de Recursos Humanos se valen ya de un perfil de habilidades al momento de contratar al personal o de desarrollar programas de mejoramiento.
1.3. Evaluar cuál es el nivel de preparación actual de la organización: comparando las actuales habilidades y capacidades con las necesidades de la organización. Esto permitirá establecer los puntos débiles y las fortalezas.
1.4. Desarrollar más capital humano: estableciendo programas de reclutamiento, entrenamiento y desarrollo.

En esta área habrá siempre una diferencia entre las habilidades y capacidades requeridas y las habilidades y capacidades de la fuerza de trabajo. Esta diferencia determina la agenda en relación con los programas de desarrollo de personal. Al acabar con las diferencias se incrementa el capital humano.

2. Capital de información:

2.1.  Describir precisamente su cartera actual de información; que contará básicamente con dos componentes:
   2.1.1. Infraestructura tecnológica: equipos, programas, redes de comunicación y asesorías.
  2.1.2. Aplicaciones que usan la infraestructura tecnológica a: procesamiento de transacciones, herramientas de análisis gerencial, planes de manufactura y relaciones con la cadena de suministros.
2.2. Alinear el capital de información con la estrategia de negocios: este capital sólo tiene valor en el contexto de la estrategia que se lleva a cabo. Por ejemplo, una compañía que esté aplicando una estrategia de liderazgo para su producto, se beneficiará de herramientas que mejoren los procesos de diseño y desarrollo.
2.3. Determinar el nivel de preparación del capital de información: esto apoyará la estrategia elegida. En este caso, la preparación debe ser medida en términos tanto cualitativos (utilizando una escala en particular) como cuantitativos (encuestas técnicas). Cualquiera de los dos métodos funcionará bien. Basta con determinar cuál se ajusta mejor a las necesidades de la compañía.

Normalmente, la mayoría de las inversiones en capital de información se miden en términos de costos o fiabilidad. Los mapas de estrategias permiten medir dichas inversiones en términos del alineamiento estratégico, es decir, en qué medida este capital contribuye a obtener los objetivos de la empresa. Este es un método más viable e interesante.

3. Capital organizacional:

3.1. Crear liderazgo organizacional: especialmente el tipo de liderazgo necesario en los momentos de transición y cambio. Mientras más efectivos sean los líderes, mejor. Para profundizar el liderazgo, algunas compañías implementan  procesos de desarrollo en los que se les asignan constantemente más tareas a los futuros líderes. Otra posibilidad es establecer un modelo de liderazgo, y fomentar que todo el mundo trate de llegar al mismo a través de las diversas tareas asignadas.

3.2. Fortalecer la cultura corporativa: es decir, las actitudes y comportamientos que la gente considera apropiados. Estrategias y propuestas de valor diversas exigirán culturas diversas. Muchas compañías están pendientes de que su cultura propicie el crecimiento y no sea un impedimento para su buen desempeño.

3.3. Encontrar mejores formas de alinear la organización con la estrategia: pues la alineación fomentará la toma de riesgos, la innovación y la fortaleza entre los empleados. Para incrementar la alineación, lo líderes pueden individualizar los objetivos, con el fin de crear conciencia, y establecer incentivos que vinculen objetivos y compensación.

3.4. Fomentar un mayor intercambio de información y el trabajo en equipo: estableciendo una estructura que propicie el intercambio de información. Esto permitirá que se aplique en todos los departamentos aquello que ha sido exitoso en alguno.

EL MAPA DE LA ESTRATEGIA Y LA ESTRATEGIA COMERCIAL

El mapa de estrategia brinda una descripción completa y concisa de la estrategia de la organización. Gracias a esto, los gerentes son capaces de mejorar su capacidad de describir, medir, gerenciar y ejecutar la estrategia en cuestión. Sin embargo, para sacarle el mayor provecho, debe ser combinado con un Balanced Scorecard que contenga los criterios para medir el desempeño, los objetivos y las iniciativas. Esta combinación permitirá evaluar constantemente la efectividad de la estrategia y las iniciativas destinadas a estrechar las diferencias entre el desempeño y los resultados obtenidos.

El mapa de la estrategia puede ser utilizado dinámicamente para crear un plan de acción. La combinación del mapa de la estrategia y el Balanced Scorecard depende de seis pasos:

1. Establecer y determinar los objetivos financieros, medidas y objetivos: determine el nivel de crecimiento a largo plazo y las mejoras en la productividad a corto plazo que obtendrá al lograr los objetivos.
2. Conciliar su propuesta de valor actual: identificando los segmentos de clientes con los que actualmente cuenta, clarificando la propuesta de valor en vigencia, seleccionando las medidas y conciliando las necesidades del cliente con los resultados financieros requeridos. Además, es posible reformular la propuesta de valor, dependiendo del nivel de crecimiento al que se aspire.
3. Establecer un cronograma: los resultados financieros requeridos serán obtenidos tan rápido como sea posible anticiparlos nuevos procesos y asuntos internos. De este modo, será posible determinar qué objetivos podrán ser logrados, y cuáles necesitan ser aún ajustados.
4. Identificar los asuntos estratégicos fundamentales: aquellos procesos internos que tendrán el mayor impacto en la propuesta de valor para el cliente. Es preciso establecer medidas y objetivos para cada asunto por separado. Asimismo, es de suma importancia subrayar qué procesos internos impulsan a los objetivos, y crear objetivos y medidas interconectados.
5. Identificar y alinear los bienes intangibles: evaluar el nivel de disposición estratégica de cada bien intangible. Luego se establecen objetivos para incrementar el nivel de disposición de cada bien por separado.
6. Especificar y financiar las iniciativas estratégicas requeridas para ejecutar la estrategia: de modo que haya claridad en cuanto al nivel y la fuente del financiamiento requerido.


La verdadera fortaleza del mapa de la estrategia, el Balanced Scorecard y el plan de acción es la consistencia. En vez de un acercamiento fragmentado, en el que una parte de la organización persigue objetivos diversos a aquellos perseguidos por las demás partes, se implementa una estrategia común.


Fuente: Mapas Estratégicos - Convirtiendo bienes intangibles en resultados tangibles -Robert S. Kaplan y David P. Norton
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Decisiones Estratégicas


Cuando los ejecutivos hacen grandes apuestas estratégicas suelen basarse significativamente en el criterio de sus equipos.

Las personas que recomiendan un curso de acción han escarbado más profundamente en la propuesta de lo que puede hacer un ejecutivo por razones de tiempo. Es inevitable que surjan fallas de criterio en el proceso de toma de decisiones del equipo que recomienda (porque sus miembros se enamoraron de un negocio, por ejemplo, o porque están haciendo una comparación improcedente con un caso de negocios anterior).

Para ayudar a los ejecutivos a revisar decisiones, a continuación se plantea una lista de verificación de 12 preguntas, que busca revelar defectos en el pensamiento; en otras palabras, los sesgos cognitivos de los equipos que hacen las recomendaciones. Las preguntas se dividen en tres categorías: aquellas que los ejecutivos que toman las decisiones deberían plantearse ellos mismos, aquellas que deberían usar para desafiar a las personas que proponen un curso de acción y aquellas que apuntan a evaluar la propuesta. Es importante enfatizar que, dado que usted no puede reconocer sus propios sesgos, los individuos que usan esta lista de verificación deberían ser completamente independientes de los equipos que hacen las recomendaciones.

PREGUNTAS QUE LAS PERSONAS QUE TOMAN LAS DECISIONES DEBERÍAN PLANTEARSE:

1. VERIFIQUE LOS SESGOS DE INTERÉS PROPIO
¿Existen razones para sospechar que el equipo que hace la recomendación comete errores motivados por el interés propio?

Revise la propuesta con sumo cuidado, especialmente por el exceso de optimismo

2. VERIFIQUE LA HEURÍSTICA DEL AFECTO
¿Se enamoró el equipo de su propuesta?

Aplique rigurosamente los controles de la calidad en la lista de verificación.

3. VERIFIQUE EL PENSAMIENTO GRUPAL
¿Hubo opiniones divergentes dentro del equipo? ¿Fueron debidamente exploradas?

Pida opiniones disidentes, incluso discretamente si es necesario.

PREGUNTAS QUE LAS PERSONAS QUE TOMAN LAS DECISIONES DEBERÍAN PLANTEAR AL EQUIPO QUE HACE LAS RECOMENDACIONES:

4. BUSQUE EL SESGO DE LA SALIENCIA
¿Es posible que el diagnóstico estuviera demasiado influenciado por una analogía con un hecho memorable?

Solicite más analogías y analice rigurosamente su similitud con la situación actual.

5. BUSQUE EL SESGO DE CONFIRMACIÓN
¿Existen otras alternativas creíbles en la recomendación?

Solicite opciones adicionales.

6. BUSQUE EL SESGO DE LA DISPONIBILIDAD
Si tuviera que volver a tomar esta decisión en un año más, ¿qué información querría tener? ¿Puede obtener más de esta información ahora?

Use listas de verificación de los datos necesarios para cada tipo de decisión.

7. BUSQUE LOS SESGOS DE ANCLAJE
¿Sabe usted de dónde vienen los números?
¿Pueden ser… cifras sin sustento… una extrapolación histórica… una motivación para usar cierta ancla?

Cambie de ancla mediante cifras generadas con otros modelos o benchmark y pida un nuevo análisis.

8. BUSQUE EL EFECTO HALO
¿Está asumiendo el equipo que una persona, organización o enfoque que fue exitoso en un área también lo será en otra?

Elimine las inferencias falsas y pida al equipo que busque ejemplos comparables adicionales.

9. BUSQUE LA FALACIA DEL COSTO HUNDIDO O AVERSIÓN AL DESPOSEIMIENTO
¿Están los recomendadores demasiado apegados a un historial de decisiones pasadas?

Considere el asunto como si usted fuera un CEO nuevo.

PREGUNTAS ENFOCADAS A EVALUAR LA PROPUESTA:

10. BUSQUE EL EXCESO DE CONFIANZA, FALACIA DE PLANIFICACIÓN Y DECUIDO DE LOS COMPETIDORES
¿Se basa el caso en supuestos demasiado optimistas?

Haga que el equipo construya el caso con una perspectiva externa; use juegos de guerra.

11. BUSQUE LA FALTA DE CONSIDERACIÓN DE DESASTRES
¿El peor de los casos es suficientemente malo?

Haga que el equipo realice un pre-mortem: imagine que pasó lo peor y desarrolle un relato sobre sus causas.

12. BUSQUE LA AVERSIÓN A LA PÉRDIDA
¿Es el equipo demasiado cauto en su recomendación?

Realinee los incentivos para compartir la responsabilidad por los riesgos o para remover los riesgos.



FUENTE: HARVARD BUSINESS REVIEW - 2011


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Infografía - Claves de las grandes estrategias

En la siguiente infografía te mostraremos las claves para que seas el dueño de tu propia gran estrategia:

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10 buenas razones para fallar

A largo plazo, en la vida se saca más provecho de los fracasos que de los éxitos. El éxito es maravilloso, pero hay beneficios sustanciales para el fracaso también. La siguiente lista se basa en una conversación con uno de los mejores oradores de motivación del mundo, Art Mortellauthor de The Courage to Fail:

1. Fallar te enseña más que el éxito, especialmente te enseña sobre ti.

2.  Fallar renueva tu humildad y agudiza tu objetividad

3. Fallar te da la oportunidad perfecta para probar nuevas ideas.

4. Fallar te ayuda a hacer las correcciones para que te mantengas en el objetivo.

5. Fallar te ayuda a madurar más y a ser más resistente

6. Fallar te recuerda ser amable contigo mismo y con quienes te rodean.

7. Fallar es una "insignia de valentía" porque te atreviste a tomar el riesgo.

8. Fallar desarrolla la importante emoción de la paciencia 

9. Fallar te enseña a no tomarte las cosas personalmente (o tan serias)

10. Fallar basa tu autoestima en quien eres, no en lo que haces.
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Los errores que comenten los Estrategas


Las estrategias cuidadosamente elaboradas y las declaraciones que las expresan determinan la dirección, establecen prioridades y guían la actividad en una firma. También te ayudan a comunicar tu historia al exterior. Las estrategias y declaraciones débiles hacen lo opuesto.

Evita cometer los siguientes errores:

Declaraciones genéricas
Decir simplemente que estás en el negocio editorial, en la fabricación de acero o en el marketing deportivo, dice poco. En ese dominio, ¿Qué te hace distinto? Formúlate esta pregunta: si leyeran tu declaración estratégica, ¿te reconocerían tus clientes? ¿Lo harían tus empleados? Pixar no decía que hacía películas, sino que desarrollaba “largometrajes de animación computarizada con personajes memorables y con historias enternecedoras que resultan atractivas para las personas de todas las edades”.

No hacer concesiones
No puedes ser todo para todos, aunque muchas estrategias y declaraciones débiles presumen serlo de manera no dicha con claridad. Eso no funciona.

Nada de clichés vacíos
Las afirmaciones grandilocuentes que no están apoyadas por detalles creíbles son inútiles. Frases como “Excelente”, “Líder” o “Extraordinaria” no comunican nada específico.

Olvidar los medios
Muchas declaraciones débiles te dicen ansiosamente el qué, pero no te dicen el cómo: las actividades críticas y recursos que permiten que la firma haga realidad su ventaja competitiva. Es por medio del “cómo” que un lector gana confianza sobre lo que haces. ¿Qué te parece más convincente: “Somos el productor de bajo costo”, o: “Somos el productor de bajo costo que opera la planta de dióxido de titanio más grande del mundo, usando tecnología propietaria de DuPont”?

Dejar fuera al cliente
Contar a quién sirves, es una parte crucial de tu historia. No sólo define tu campo de acción, sino quién decidirá en última instancia si lo que haces en verdad importa.

Ser mortalmente aburrido
No hay manera de ser lo suficientemente claro: muchas afirmaciones estratégicas, en sus borradores iniciales, son textos sin convicción, sin inspiración. Pregúntate: ¿Querrías trabajar para esta empresa? ¿Querrías comprarle?




Fuente: El Estratega - Cynthia Montgomery - Harvard Business School
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