Algunos
comportamientos que te ayudan a tener éxito también pueden impedir tu avance.
El típico empleado con un excelente desempeño generalmente es:
1. Orientado a los resultados
El empleado con alto desempeño
no deja que nada lo detenga. Pero se puede involucrar tanto en sus tareas
que ser transparente con sus compañeros o ayudar a otros le puede parecer una
pérdida de tiempo valioso.
2. Hacedor
El empleado de alto desempeño
cree, casi siempre con razón, que nadie lo puede hacer tan bien como él.
Eso puede hacer que sea malo delegando o que microgestione.
3. Altamente motivado
El empleado de alto desempeño
toma en serio todos los aspectos de su trabajo. Pero eso significa que a
menudo no puede distinguir entre lo urgente y lo importante.
4. Ansía el feedback positivo
Al empleado de alto desempeño
le preocupa profundamente lo que otros piensan de su trabajo. Sin embargo,
tiende a ignorar el feedback positivo y se obsesiona con las críticas.
5. Competitivo
Si bien un apetito por competir
es sano, el empleado de alto desempeño se compara obsesivamente con los
demás, lo que lo puede llevar a un sentimiento crónico de insuficiencia, a
apreciaciones falsas y tropiezos en su carrera.
6. Apasionado por su trabajo
Pasa rápidamente de la euforia
al abatimiento. Para el empleado de alto desempeño hay una línea muy fina
entre el triunfo y la agonía.
7. Tomador de riesgos seguros
Es improbable que el empleado de alto desempeño ponga en peligro a la compañía con una maniobra riesgosa,
pero es probable que evite lo desconocido.
8. Movido por la culpa
El empleado de alto desempeño
se siente impulsado a producir, pero no importa cuánto produzca, siempre
siente que no hace lo suficiente.
Fuente: HBR
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